El desafío era cerrar la XXXVI edición del Maratón de la Ciudad de México con experiencias significativas a lo largo de la carrera. En 2018, la última letra de la palabra “México” se completó, representando el espíritu olímpico en honor a los Juegos Olímpicos de 1968. Creamos una experiencia basada en la importancia histórica del evento en el país.
Para la entrega de kits, recreamos elementos icónicos de 1968 en la ciudad, como el volumétrico que se colocó en varios lugares emblemáticos. Ofrecimos una oportunidad fotográfica donde los corredores podían compartir su número y nombre en redes sociales. Durante el maratón, cerca del museo Soumaya, hubo un performance con mariachis y danzas regionales mexicanas en pantallas motivando a los corredores.
Además, generamos un túnel experiencial con sonidos originales del 68 en la entrada al estadio olímpico en CU, con luces y sorpresas. Estas experiencias fueron compartidas ampliamente por asistentes y corredores, formando parte del contenido del maratón, que se convirtió en trending topic en México. Más de 40,000 corredores disfrutaron y fueron testigos de estas vivencias.